Después de ver algunos dinosaurios en la pizarra y los muñecos de clase decidimos construir un dinosaurio con nuestro propio cuerpo.
Marus nos fue guiando para que cada uno de nosotros pudiera ser una parte determinada del cuerpo de un dinosaurio.
Después, los niños y niñas que no formaban parte del cuerpo del dino salían fuera de clase porque cuando entraran, entrarían en una sala de un museo con un dinosaurio en el suelo expuesto.
Fue una experiencia muy divertida.