Un faraón desde que es nombrado debe preparar el lugar donde descansará eternamente. La faraona Marus llega a nuestro aula en busca de obreros para llevar a cabo su objetivo. Todos demostramos respeto ante la figura de la faraona: nos agachamos y ponemos la frente en el suelo.
Subimos a la sala de psico donde encontramos un montón de bloques de piedra egipcia esperando a que nosotros los coloquemos formando una pirámide.
Es un trabajo costoso pero al final la faraona está satisfecha con el resultado.
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