La sacerdotisa Marus no pide que le acompañemos al templo para realizar ofrendas de alimentos a los dioses para que estén contentos y nos protejan.
Para ir al templo debemos agachar la cabeza y avanzar en silencio.
En el templo elegimos un alimento y un circuito de obstáculos para llegar a un dios o una diosa. Si superamos los obstáculos podemos sentarnos y adorar al dios elegido.
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